El Servicio de Inteligencia Secreto colaboró clandestinamente para desestabilizar al Gobierno de la Unidad Popular, revelaron documentos desclasificados por EE.UU.
Salieron de Chile en 1973 después del golpe de Estado que dio origen al sangriento régimen del dictador Augusto Pinochet.
Espías australianos colaboraron clandestinamente con la CIA en Chile para desestabilizar al Gobierno socialista de Salvador Allende, derrocado en un golpe de Estado el 11 de septiembre de 1973, según revelan documentos desclasificados este viernes por el Archivo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Los documentos muestran que, durante el gobierno australiano del liberal Billy McMahon, el Servicio de Inteligencia Secreto de Australia (ASIS, por sus siglas en inglés) respondió a una petición de la CIA y estableció una oficina clandestina en Santiago de Chile en la primavera y verano de 1971, durante los primeros meses del Gobierno de Allende.
La operación duró 18 meses y, durante ese tiempo, los australianos se encargaron de interactuar con informantes chilenos que habían sido reclutados por la CIA y redactaron informes de inteligencia que llegaron directamente a la sede de la CIA en Langley (Virginia, EE.UU.).
Según los documentos, los espías australianos salieron de Chile en 1973 después del golpe de Estado que dio origen al sangriento régimen de Augusto Pinochet (1973-1990).
En ese momento, en Australia, el Gobierno del liberal Billy McMahon (1971-1972) había sido sustituido por la Administración del laborista Gough Whitlam (1972-73), quien ordenó al director de los servicios de inteligencia que pusiera fin a las operaciones en Chile.
Whitlam estaba “incómodo” con la participación de Australia en esas operaciones de espionaje porque, si eran descubiertos, resultaría “extremadamente difícil” justificarlo, según figura en uno de los documentos desclasificados este viernes.
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