El presidente del Partido Radical fue el primer político de Unidad Constituyente en lanzar su postulación a La Moneda. De eso han pasado siete meses que ha sorteado con humor y frustración.
La imagen de Carlos Maldonado Curti (57) esperando solo afuera del Servel, en una fría noche del 19 de mayo de 2021, a que llegara el PS y el PPD para inscribir las primarias de la oposición, ha sido uno de sus caballitos de batalla para visibilizar su campaña presidencial.
Esa noche -que casi pasó la medianoche- Maldonado tuvo la oportunidad de entregar en soledad su mensaje de que estaba disponible. Esto, luego que la oposición no llegara a acuerdo para participar en las primarias que se celebraron el pasado 18 de julio de Chile Vamos y Apruebo Dignidad. Pero sin Unidad Constituyente.
La escena él mismo la transmitió por su cuenta Twitter: “Ya en Servel. Lamentablemente, no fue posible primaria amplia. Ahora, esperando a partidos de Unidad Constituyente q decidieron participar en primaria legal, y a l@s candidat@s q están dispuestos a someterse a decisión ciudadana, como demanda auténtica convicción democrática”.
Han pasado dos meses de ese episodio y el presidente del Partido Radical (PR) ha mantenido su candidatura, que lanzó en diciembre de 2020, contra viento y marea. Y esa solitaria noche en el Servel no solo se ha prestado para bromas y memes que pueden verse bajo su mensaje de Twiiter posteado a las 22.35 de ese 19 de mayo; él mismo ha usado esa escena con humor y con ello ha construido una imagen suya desconocida hasta ahora: la de un candidato que sonríe.
Así, pasó de ser un tipo de traje y corbata que siempre posa serio en las fotografías, a tener una campaña en redes sociales con otro tono. Detrás de la estrategia está su asesor Juan Avendaño, el experimentado periodista Ángel Carcavilla y Carlos Correa, exjefe de la Secom del gobierno de Michelle Bachelet.
Abogado porteño
Carlos Maldonado nació en Valparaíso en 1963, en el Cerro Jiménez. Su padre fue un dirigente radical de Valparaíso que trabajó como empleado de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado (EFE).
En su biografía de su web presidencial, destaca que es “hijo de educación pública”. Estudió la enseñanza básica en la Escuela E-310 y la media en el Liceo Eduardo de la Barra, ubicado en el barrio El Almendral de Valparaíso.
De su época en la enseñanza básica, contó que “iba a un colegio donde había niños muy pobres. Yo no tenía recursos más que lo básico, pero tenía compañeros que de verdad vivían mucha pobreza, en una escuela en el Cerro Florida. Iban con zapatos que no eran de su número, que les habían regalado, de personas más grandes. Compañeros que no tenían baño en sus casas”.
Al salir del liceo, Maldonado entró a estudiar derecho en la Universidad de Valparaíso en 1980 y, entre 1994 y 1995, mientras ejercía como abogado, cursó un magíster en derecho en la Universidad de Chile.
Fue en la Escuela de Derecho, cuando tenía 20 años, que entró a militar en el Partido Radical. Era 1983, el año en que comenzaron las protestas contra el régimen de Augusto Pinochet. “Recuerdo con cariño cómo con un grupo de dirigentes jóvenes logramos, en la década de los 80, la presidencia de la Juventud Radical de Valparaíso, época especialmente difícil ya que las actividades políticas estaban prohibidas por la dictadura”, contó.
Se ha casado dos veces. En el primer matrimonio tuvo tres hijas. Su segunda esposa tenía otras dos. Maldonado siempre habla de sus cinco hijas. Y ellas tienen un lugar destacado en su biografía de campaña: “Hola! Soy Carlos Maldonado Curti, papá de muchas niñas, abogado de profesión y político por vocación”.
Su historia política
1989 fue un año clave para el comienzo a la transición a la democracia. Fue cuando se realizaron las primeras elecciones parlamentarias después de 17 años del régimen de la Junta Militar. Fue el Congreso que acompañaría el gobierno de Patricio Aylwin.
Precisamente ese año, Maldonado tuvo su primer cargo como jefe de gabinete del senador por la Región de Valparaíso, el radical Carlos González Márquez.
Allí Maldonado debutó como asesor en el Congreso, que recibía a sus primeros parlamentarios en el edificio ubicado en Valparaíso.
Fue después de ese trabajo que tuvo un paréntesis en la poítica y trabajó como abogado independiente mientras estudiaba un magíster en derecho. Hasta que entró al Gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Específicamente, entró al Ministerio de Justicia, una cartera que en los primeros gobiernos de la Concertación mientras sus ministras eran DC, sus subsecretarios del PR. Así, Maldonado fue jefe de gabinete de dos subsecretarios de Justicia: primero de Eduardo Jara y luego de José Antonio Gómez, en la época en que la entonces DC Soledad Alvear era la ministra de Justicia.
Estuvo ese cargo hasta el 2000, cuando Gómez pasó a ser ministro de Justicia. Entonces, Maldonado tuvo un trabajo clave: fue secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Coordinación de la Reforma Procesal Penal. Es decir, encabezó el proceso que cambió el sistema inquisitivo de justicia y que empezó a operar primero como piloto en las regiones de Coquimbo y La Araucanía y, a nivel nacional, en junio de 2005.
El gran salto lo dio en 2006, cuando la entonces presidenta Michelle Bachelet primero lo nombró subsecretario de Justicia y, un año después, ministro de Justicia. Estuvo hasta el 2010.
Tras el cambio de gobierno -asumió su primer período el Presidente Sebastián Piñera- Maldonado volvió a trabajar como abogado. Esta vez realizó asesorías en México en el desarrollo de reformas procesales en Latinoamérica y el funcionamiento de cárceles concesionadas, un modelo que Chile empezó a funcionar en 2005.
Solo y con primarias”
Estaremos en las primarias el primer domingo de julio, donde yo espero que se defina la candidatura de la centroizquierda. Creemos que la ciudadanía tiene que decidir. Tener un debate con altura de miras, decir claramente lo que cada partido quiere para Chile y la gente defina”.
Eso decía, el 23 de diciembre del año pasado, Carlos Maldonado en una entrevista con Radio PAUTA. Y, a luz de los acontecimientos que vendrían después, incluida su larga espera en el Servel, hoy parece una ironía.
Nada de eso ocurrió. No hubo primarias de Unidad Constituyente pese a que hay dos candidatos oficiales, Paula Narváez por el PS y Maldonado por el PR. Ahora se suma una tercera: la presidenta del Senado, Yasna Provoste (DC).
En cambio, sí hubo primarias para Chile Vamos el pasado 18 de julio, en las que salieron electos Sebastián Sichel y Gabriel Boric, de Apruebo Dignidad. Un nombre que complicó todo el escenario para la centro izquierda, en especial para Narváez y Provoste.
Tras el anuncio de Yasna Provoste, y ante la posibilidad de que la candidata DC
quede en la papeleta en las presidenciales de noviembre directamente, Maldonado dijo a radio Bío-Bío que “sería un desastre, el último clavo en el ataúd. Si alguno quiere optar por el camino propio, no hay nada más que hablar”.
Su eslogan de campaña es “Ahora Maldonado”.
Y, hasta ahora, Maldonado sigue en pie.
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